Mi última exposición fue en abril de 2018. Después de una exposición siempre tengo un periodo de vacío, de inactividad debida a una falta de ideas. Parece como si uno no quisiera repetir lo que ya ha quedado al descubierto o que no hubiera aprendido qué es lo que ha salido bien, qué ha hecho que a alguien le haya gustado lo suficiente para comprarlo.
Ahora tengo de nuevo una ilusión: una exposición de retratos. Nada nuevo, una especie de homenaje a David Hockney que cualquiera que lo conozca notará. Me falta saber a qué ritmo puedo pintar retratos a la acuarela. Yo que soy siempre tan lento. Lo veremos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario