Y aquí acabo. Para ser el último punto, tendría que ser muy importante, y lo es. Y tampoco estaría mal que fuese fácil y relajado, y lo es.
Lo mejor que te puede pasar cuando pintas es que tu manera de hacer sea reconocible, distinta de la de los demás. Curiosamente, a veces nos preocupamos demasiado por eso cuando la verdad es que no podemos evitar tener nuestro propio estilo. No es raro que nuestra forma de pintar sea tan personal como nuestra forma de escribir, al fin y al cabo son los mismos mecanismos los que entran en juego. Si algunos piensan que me refiero a nuestro tipo de letra, a nuestra caligrafía, a los gestos que aprendimos para poder formar las letras y las palabras, tienen razón; y si otros piensan que me refiero a lo que decimos cuando escribimos, a los mecanismos mentales que empleamos para expresarnos mediante la escritura, también tienen razón. La pintura es un arte, la literatura no, pero las dos son formas de expresión y, por lo tanto, de comunicación. Sin embargo, con demasiada frecuencia intentamos ser originales en lugar de esforzarnos en ser auténticos. De esa manera lo que realmente estamos haciendo es alejarnos de nuestro objetivo.
¿Es malo copiar? No. Pero cuando copiamos deberíamos esforzarnos en hacer el cuadro lo más parecido posible al original. Copiar es sólo un ejercicio de aprendizaje y deberíamos sacar el máximo partido posible a ese ejercicio. Esto se consigue estudiando el original e intentando imitar lo mejor que podamos el color, la pincelada y hasta el tamaño, si es posible. Dejando aparte esas copias pedagógicas es mejor crear nuestros propios originales y sobre todo, recuerda, no conformarnos con una mala copia de “la noche estrellada” de Van Gogh porque “esa es nuestra interpretación” cuando la realidad es que no queremos esforzarnos en hacer la mejor copia que somos capaces de hacer en ese momento.
Cuando crees tus propias obras sé auténtico, pinta lo que de verdad te gusta, no pienses en qué está de moda y qué no, no imites a otro pensando que tendrás la misma aceptación que él _como es lógico nunca pasa_, intenta hacer lo que sueñas hacer lo mejor que puedas y tu estilo se creará a pesar de todas las influencias que vayas recolectando.
No sé si en estas diez lecciones he dado más consejos de los que mi exigua autoridad me debería haber permitido o menos de los que todos tendrían derecho a esperar de quien se atreve a llamar lecciones a estas diez lecciones: yo. A unos y otros les pediré una última condescendencia: créeme, si quieres mejorar como pintor, mejora como persona. Si la pintura es una forma de expresión, el valor de lo que consigamos transmitir a los demás tendrá el valor de nuestros propios sentimientos. No hay ningún consejo, ningún método, ninguna enseñanza que pueda hacer que lo que decimos, lo que pintamos, sea mejor que nosotros. Igual de inútil es la búsqueda de la originalidad como objetivo en sí mismo.
Si eres original tu trabajo será original. ¿Si no? Bueno, si no, no.
Resumen
Me llamo mucho la atención el tema ya que estoy haciendo una fp diseño y producción editorial y así he ido aprendiendo sobre la organización de la producción en las industrias de artes gráficas.
ResponderEliminarGracias por su comentario. ¿Me podría por favor decir cómo llegó a su conocimiento este blog sobre pintura, que nada tiene que ver con la formación profesional?
EliminarGracias de nuevo y saludos.