El dibujo al que me refiero en este primer punto es el dibujo de líneas, de contornos. En el punto 2 veremos el sombreado.
Para dibujar sólo hay que ser capaz de trasladar con exactitud la inclinación de una línea, del modelo al papel o soporte.
Tenemos que entrenar la vista para distinguir la más mínima variación en el ángulo que nuestra línea forma con la horizontal, o la vertical, en el modelo y en el dibujo. Y por cierto, eso incluye aprender a ver cuándo una línea es horizontal o vertical1. Una vez que dominamos eso podemos dibujar triángulos, que además es más fácil, de hecho dibujar triángulos es una manera excelente de apreciar la inclinación de sus lados, así es que puedes empezar por ahí. Después basta con fijarse en tres puntos significativos de nuestro modelo y dibujar el triángulo que forman. Primero es mejor buscar triángulos grandes y luego seguir con puntos que nos definan formas más pequeñas. No es necesario que los tres vértices pertenezcan al mismo objeto, de hecho es mejor acostumbrarse a no ver los objetos sino, por ejemplo, el triángulo que la pata de una silla forma con una sombra y la pared.
Si puedes imaginar el triángulo que forman tres puntos sin dibujarlo, mejor que mejor; apostaría a que ya dibujas bastante bien.
Una primera línea, o primer triángulo, muy importante, al que debemos prestar máxima atención ya que causa problemas a casi todos los principiantes es el correspondiente al formato del soporte o superficie sobre la que vamos a pintar.
Supongamos que queremos pintar esta estación:
Y que pretendemos pintarla en un soporte como este:
Hay que ser muy experto para no equivocarse al dibujar esta escena, simplemente porque no son del mismo formato.
A la derecha tenemos un soporte que sí tiene el formato del modelo.
Una forma sencilla de comprobar el formato si estamos usando una fotografía como modelo es prolongar la diagonal del modelo, situado en una esquina del soporte, con una regla;
Si estamos pintando del natural podemos usar un visor (un rectángulo recortado en un cartón) pero nada sustituye al entrenamiento del ojo para valorar la inclinación de la diagonal y las proporciones del formato, y por tanto, qué vamos a incluir en el cuadro y qué vamos a dejar fuera.
Después podemos marcar con precisión algunos triángulos. Desde luego que saber perspectiva no molesta pero si la inclinación de todos los lados es correcta, la perspectiva y el dibujo serán correctos.
Después podemos marcar con precisión algunos triángulos. Desde luego que saber perspectiva no molesta pero si la inclinación de todos los lados es correcta, la perspectiva y el dibujo serán correctos.
En resumen: si podemos asegurar que el triángulo formado por las tres cruces grandes es igual al formado por las tres cruces pequeñas (excepto por el tamaño), sabemos dibujar.
1) Una forma muy útil, al menos para los que aprendimos a leer la hora en un reloj de agujas, es tratar de imaginar dónde estaría el minutero si su inclinación fuera la de la línea que queremos dibujar. Al principio puede que distingamos sólo entre veinte y veinticinco minutos, por ejemplo, pero después podremos decir si la línea parece más en la posición de y veintitrés que y veintidós.
Siguiente lección: Forma
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