En la imagen vemos una esfera iluminada por la luz natural que le llega de la derecha con un ángulo de unos 35° . He elegido una esfera brillante porque su superficie reflectante hace más evidentes las zonas de luz reflejada, como es lógico.
La luz reflejada es de todas formas lo único que vemos cuando no se incluye la fuente de luz en el cuadro. En el punto 4 hablaremos del caso en que sí queremos representar una fuente de luz como parte del cuadro. A pesar de que toda la luz que llega a nuestros ojos ha sido reflejada por los objetos iluminados que queremos representar, tenemos que tener en cuenta que esa luz reflejada es de dos tipos: los reflejos, al estilo de lo que vemos en un espejo, con sus reglas precisas (ángulo de incidencia igual al ángulo de reflexión), y la luz reflejada difusa, que va en todas direcciones.
Para representar un modelo de forma realista lo primero es saber que no hay atajos, hay que analizar con cuidado las zonas de luz, en las que incide directamente la luz de la fuente, tanto más claras cuanto más cerca estén de esa fuente; las zonas de sombra, donde la luz que llega es la luz reflejada difusa, que depende del entorno donde está situado el objeto; y los reflejos en ambas zonas, que dependen de la naturaleza de la superficie.
En la imagen de la esfera las zonas de luz son: la mitad de la esfera que se orienta hacia la fuente de luz, la pared y la mesa exceptuando la sombra proyectada por la esfera.
En la mesa y en la pared la luz es más intensa a la derecha que a la izquierda por la proximidad a la fuente de luz1. En la esfera también la zona de máxima luz es la zona más cercana a la fuente de luz y disminuye poco a poco hasta la circunferencia máxima perpendicular a la dirección del haz luminoso, que es la zona de mayor oscuridad.
Las zonas de sombra son: la mitad de la esfera donde no llega la luz directa y la sombra proyectada en la mesa.
En la mitad de la esfera en sombra la luz que llega es la luz reflejada por los objetos circundantes, principalmente la mesa, por ser la fuente de luz reflejada más cercana, pero también la pared, el techo, etc., aunque de menor intensidad por estar más lejos. Por eso la zona más oscura es la parte superior izquierda de la esfera. En la esfera brillante se nota especialmente cómo la mitad inferior recibe la luz reflejada porque se suman la luz difusa _en todas direcciones_ y el reflejo de la mesa que veremos después. Esta suma hace que el sector inferior derecho sea casi tan claro como la zona de máxima luz. Pero en una esfera mate, como una pelota de tenis, también se notaría la parte correspondiente a la luz reflejada difusa. También es luz reflejada difusa la luz que la esfera proyecta sobre la mesa en el lado derecho.
En la sombra proyectada tenemos que tener en cuenta que llega más luz reflejada difusa cuanto más lejos está del objeto que bloquea la luz, por lo que será más clara cuanto más se aleje del objeto que la proyecta. La zona más oscura, la más oscura de toda la escena, donde no llega la luz directa y apenas llega luz reflejada, es la zona de contacto del objeto con su sombra. Esa zona se llama zona de oclusión.
Reflejos: El brillo, el más importante, el reflejo de la pared en el contorno de la parte superior de la esfera y el reflejo de la mesa en la mitad inferior, incluido el reflejo de la sombra proyectada.
El brillo es el reflejo directo de la fuente de luz. Es interesante destacar que nunca coincide con la zona de máxima iluminación, y que sea más o menos claro que esa zona depende de lo reflectante, lo brillante, que sea la superficie. En el dibujo vemos que el brillo, como reflejo que es, forma ángulos de incidencia y reflexión iguales con el radio de la esfera (B), mientras que la zona de máxima iluminación es simplemente la más cercana a la fuente (A), como ya hemos comentado.
El reflejo de la pared se ve en todo el contorno de la mitad superior. Naturalmente este reflejo es más evidente en la parte media izquierda, en sombra, que en la zona de luz. De hecho con una luz muy intensa todos los contrastes en la zona de luz se pierden más o menos y observar eso es necesario para poder representar esa luz intensa. La prueba de que la pared se refleja en el contorno de la esfera la tenemos en el pequeño triángulo curvilíneo que forma el reflejo del friso (A).
De la misma manera, la mesa se refleja en la parte inferior como vemos claramente por el reflejo de la sombra proyectada. En ese reflejo de la sombra proyectada tenemos también la evidencia de que en esta zona inferior se suman el efecto de la luz que rebota en la mesa, y después en la esfera, y la luz reflejada difusa: vemos como la imagen de la sombra se aclara considerablemente por la luz difusa que llega a esa zona (B).
¿Demasiado largo? ¡No hay atajos! Por suerte cualquier otra forma es más sencilla, un cubo, un cilindro, un cono o una pirámide, o un icosaedro. Y ya decía Cézanne que todo puede representarse en términos de cuerpos geométricos como esos.
En resumen: sólo hay que analizar bien de dónde viene la luz en una determinada zona y de qué tipo es: luz directa, luz reflejada difusa o indirecta, o un reflejo.
Si estamos usando color ese conocimiento será muy importante. Sabremos si es luz natural directa blanca, rosa o amarilla, si es luz artificial, si viene reflejada por el cielo azul, por un césped verde o una pared de ladrillo rojo-naranja, y en consecuencia, cómo esa luz afecta al color local de cada objeto. El dibujo es un rápido esbozo con lápices de colores de una esfera roja en una mesa blanca azulada, con una pared verde, en una luz blanca cálida (amarillenta). Pero bueno, el color será el tema del punto siguiente.
De la misma manera, la mesa se refleja en la parte inferior como vemos claramente por el reflejo de la sombra proyectada. En ese reflejo de la sombra proyectada tenemos también la evidencia de que en esta zona inferior se suman el efecto de la luz que rebota en la mesa, y después en la esfera, y la luz reflejada difusa: vemos como la imagen de la sombra se aclara considerablemente por la luz difusa que llega a esa zona (B).
¿Demasiado largo? ¡No hay atajos! Por suerte cualquier otra forma es más sencilla, un cubo, un cilindro, un cono o una pirámide, o un icosaedro. Y ya decía Cézanne que todo puede representarse en términos de cuerpos geométricos como esos.
En resumen: sólo hay que analizar bien de dónde viene la luz en una determinada zona y de qué tipo es: luz directa, luz reflejada difusa o indirecta, o un reflejo.
Si estamos usando color ese conocimiento será muy importante. Sabremos si es luz natural directa blanca, rosa o amarilla, si es luz artificial, si viene reflejada por el cielo azul, por un césped verde o una pared de ladrillo rojo-naranja, y en consecuencia, cómo esa luz afecta al color local de cada objeto. El dibujo es un rápido esbozo con lápices de colores de una esfera roja en una mesa blanca azulada, con una pared verde, en una luz blanca cálida (amarillenta). Pero bueno, el color será el tema del punto siguiente.
1) En la pared ese degradado es menos evidente porque la luz entra por una ventana y la pared donde está situada la ventana tiene un efecto de pantalla del que tal vez hablemos otro día, pero no en estos diez puntos. Ese efecto podría incluso hacer la parte izquierda más clara que la derecha a pesar de estar más lejos de la fuente de luz.
El principiante.
ResponderEliminarEstoy ansioso por ver la segunda lección de este mundo aparentemente sencillo de muy largo recorrido y muy apasionante. La primera lección es muy intuitiva, sencilla y práctica que proporciona unas pistas fundamentales y que anima a seguir manchando de una forma mas ordenada y orientada.
Muchas gracias por tu comentario. De eso se trata, de que alguna de las cosas que comento puedan resultarle útiles a alguien.
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